• 02/09/2024
  • 3min

Así protege usted el sistema de escape de los motores diésel de serie modernos

#Coche

¿Qué es AdBlue®? ¿Para qué se necesita? ¿Qué debe tener en cuenta al utilizarlo? Le explicamos lo que debe saber sobre AdBlue® y cómo evitar costosas reparaciones.

 

Los vehículos diésel de última generación necesitan, además del combustible, urea. Disuelta en agua desmineralizada, se produce un aditivo que se comercializa bajo el nombre de AdBlue®. Este agente reductor es indispensable para el cumplimiento de las normas europeas para las emisiones de óxido de nitrógeno, pero también puede provocar daños graves en el sistema de escape en caso de falta de vaporización.

Modo de acción de AdBlue® en el sistema de escape

La solución líquida de urea AdBlue®, también llamada Diesel Exhaust Fluid (DEF por sus siglas en inglés), se dosifica en vehículos diésel con sistemas de tratamiento posterior de los gases de escape (sistemas SCR) a través de un depósito separado y se inyecta en el tramo de gases de escape caliente. Allí se mezclan las sustancias nocivas generadas por el proceso de combustión con el agente reductor y reaccionan formando vapor de agua y nitrógeno inocuos para el medio ambiente, con lo que se corresponden con los valores normalizados de óxido de nitrógeno y se expulsan a través del escape.  

Problemáticas frecuentes en el uso de AdBlue®

Aunque la utilización de AdBlue® sea muy útil para la reducción de las sustancias nocivas de los gases de escape de un diésel, sus problemas también pueden llegar a ser muy desagradables. El motivo es la elevada proporción de agua en el AdBlue®. Éste se compone de aproximadamente dos tercios de agua desmineralizada y un tercio de la mencionada urea.

Formación y consecuencias de los sedimentos en el sistema AdBlue®

Debido al proceso de reacción y a la película líquida que genera, se pueden formar pequeños depósitos de cristal perjudiciales que tienen graves consecuencias para el sistema de escape del vehículo. El problema tiene su origen en el bajo punto de ebullición del agua, que es claramente inferior al de la urea. Debido al calentamiento, la proporción de agua comienza a evaporarse antes de que la urea se pueda descomponer. De este modo se forman cristales de urea que se depositan en tubos o válvulas dosificadoras. En casos extremos, el sistema AdBlue® se obstruye, lo que daña la bomba o también la tobera de inyección. También pueden producirse mensajes de error en la unidad de control del motor.

Peligros a bajas temperaturas

Debido a la elevada proporción de agua en el AdBlue®, las bajas temperaturas constituyen también uno de sus puntos débiles y el riesgo de fallo por congelación es alto. Aunque los fabricantes de vehículos montan calefacciones para mantener líquido el AdBlue®, éstas no empiezan a funcionar hasta que arranca del motor, lo que a menudo es demasiado tarde. De este modo, los vehículos con sistemas de AdBlue® congelados ya no pueden arrancar y fallan por completo.

Este aditivo previene posibles problemas con el AdBlue®

Nuestro DEF Anti Crystal Additive K ofrece una solución fiable. Previene tanto la formación de los perjudiciales cristales como la formación de hielo.

Al añadirlo a través de la boca de llenado del depósito de AdBlue® se puede bajar el punto de congelación de los -11,5°C originales a unos -16°C, garantizando así su plena funcionalidad incluso a temperaturas muy bajas.

El aditivo también se puede utilizar para prevenir los sedimentos cristalinos. Gracias a su gran efecto en el sistema SCR, garantiza un proceso de vaporización óptimo. Los detergentes que contiene reducen la tensión superficial del AdBlue® e impiden la formación de gotas y la consiguiente película líquida. De este modo, no se producen obstrucciones ni en los inyectores ni en la bomba y se evitan costosas reparaciones.

Detalle de las válvulas de entrada (izquierda: antes de la limpieza, derecha: después de la limpieza)