El hombre de LIQUI MOLY para lo grande

André Nemeth es el director regional de Vehículos Industriales para el comercio especializado en el sur de Alemania.

Desde 2007, este bávaro forma parte de nuestra empresa. Como técnico mercantil titulado para el comercio mayorista y el comercio exterior, ya tenía las cualificaciones necesarias para un puesto en ventas y asumió la responsabilidad del área Vehículos Industriales a finales de 2008. «Por aquel entonces el área de negocios Vehículos Industriales se estaba optimizando. Por lo tanto, todavía no había estructuras, ni timón. Me involucré plenamente y construí el área de la forma que me pareció mejor», así explica André Nemeth de forma muy objetiva su difícil y compleja labor de ampliación.

De sí mismo dice que es una persona amante de las rutinas. «Si no veo estructura, me pongo nervioso». Él es de todo menos aburrido: disfruta visiblemente de la conversación, se interesa por las personas y, sobre todo, escucha. «Es importante que te guste el contacto. A fin de cuentas, hay que vender. Que yo esté por nuestros productos es una cosa. Pero tengo que convencer a nuestros clientes de nuestra marca».

Probablemente sea la mezcla, como él dice, de persona rutinaria que requiere estructura y disciplina, y su naturaleza sobria y simpática lo que le hace tener tanto éxito. Así recuerda con gusto uno de sus mayores éxitos en sus primeros años. Un «cliente difícil» de un gran taller de servicio vinculado a una marca. «Vi el gran potencial del cliente y, por supuesto, quería que cambiara su surtido completo por el de LIQUI MOLY. El director gerente estaba chapado a la antigua, diríamos hoy. Difícil de manejar, con experiencia vital, curtido en mil batallas y fumador empedernido (incluso en espacios cerrados) y André Nemeth tiene que reírse. «Pero al final también le pude convencer. Fue mi prueba de fuego personal». Para lograr este éxito, trabajó duro y aprovechó sus destrezas y libertades.

«Tengo mucha libertad en mi trabajo. Eso me encanta. Por supuesto que en LIQUI MOLY tampoco es oro todo lo reluce. Pero puedo expresar críticas objetivas en cualquier momento y contribuir activamente a los procesos de cambio. Al final, el resultado tiene que ser para mí lo correcto. Está claro. La motivación debe venir de mí. La libertad que me da mi empleador, también tengo que gestionarla de forma responsable.»

A cambio, nuestro compañero del servicio externo espera que se deposite confianza en él. «No me valen los continuos informes innecesarios en mi trabajo ni alimentar estructuras burocráticas exageradas. Estoy siempre a disposición de nuestros clientes y constantemente de viaje. En LIQUI MOLY, esto funciona muy bien». De hecho, el servicio externo es uno de nuestros pilares más fuertes. André Nemeth se describe de forma humilde como una rueda más entre las muchas que deben encajar entre sí. Al igual que en el resto de la empresa, para nosotros todo es trabajo en equipo. Sabemos que necesitamos trabajar y fiarnos los unos de los otros.

¿Qué opina al final André Nemeth de su trabajo en LIQUI MOLY? «Todavía sigo con ganas de trabajar en el servicio externo. Para poder sobrevivir aquí, necesitas insaciables ganas de conocer gente, clientes, conversaciones acaloradas, disfrutar de la conducción y, a veces, dar ese paso más. Creo que yo y todos nosotros en LIQUI MOLY hacemos mejor nuestro trabajo que los demás». Y precisamente es este concepto el que se acaba reflejando en nuestro éxito y encajando en nuestros valores. Nuestro arraigo, nuestra relación con las personas y la orientación coherente hacia el cliente.