• 03/06/2020

¿La salud es lo principal?

El director gerente de LIQUI MOLY sobre la felicidad

Queridos compañeros y compañeras,
queridos compañeros de ruta:

Me puedo imaginar que los pasajeros a bordo del Titanic estaban más o menos sanos... Pero eso les sirvió de poco en aquella situación... Las personas también necesitamos suerte. La casualidad de estar en el lugar preciso en el momento preciso, y no al revés, suele ser decisiva en cuestiones de éxito o fracaso, incluso de vida o muerte. La suerte tampoco lo es todo. El esfuerzo también ayuda, como también lo hace un claro empeño o el trabajo duro...con estos ingredientes pueden prosperar las cosas (y la vida).

Durante mis labores al frente de mi fundación, me tropiezo frecuentemente con la temática de «lo principal es la salud». Permítanme citar aquí a nuestra pastora de Leipheim: «Desde luego que estar sano es importante y bonito; estar enfermo es un disgusto que no nos deja disfrutar de la vida. Pero conozco a mucha gente sana que es tremendamente infeliz y desdichada. Y también conozco a gente muy enferma que es feliz y dichosa. Lo que me lleva a decir: La salud es importante y bonita, pero no es lo principal».  fin de la cita.

El saludo de moda «que siga bien» está plenamente justificado, pero también le quisiera añadir un «y siga también feliz y dichoso». Porque no siempre podemos tener la salud que buscamos o deseamos. Por eso, las personas que sufren el deterioro de su salud y aun así disfrutan de la vida con agradecimiento y alegría son un ejemplo para mí. Menos lo son aquellos infelices y malhumorados gruñones a los que nada les parece suficiente, que siempre quieren más y para los que nada está bien. La gratitud y la modestia, y sobre todo la felicidad vital, es otra cosa. Siento un profundo respeto por las personas que hacen gala de buen humor a diario a pesar de sus problemas de salud.

Mi lema 736 encaja aquí muy bien  :), se le atribuye a un tal Martinus von Biberach:

Vengo de no sé dónde,
soy no sé quién,
vivo no sé cuánto,
muero no sé cuándo,
voy a no sé dónde:
Pero no me sorprende
estar tan alegre.

No hay nada mejor que una actitud sana, positiva y optimista frente a la vida. ¡Disfrutemos de la vida, solo tenemos una!

Pues entonces: ¡Que sigan bien, alegres y dichosos!

Su Ernst Prost