- 18/04/2017
Estar siempre bien limpio
El trabajo que tienen que realizar los radiadores de hoy en día es cada vez mayor. La reducción de tamaño y peso obligan a que unas bombas de líquido refrigerante cada vez más pequeñas y ligeras tengan que evacuar grandes cantidades de calor producidas en los pequeños motores, cuando funcionan a plena carga. “Además las bombas de líquido refrigerante alcanzan un régimen de revoluciones claramente superior a los que ocurren en sistemas ya contrastados”, explica David Kaiser, director de investigación y desarrollo en LIQUI MOLY. La gestión térmica de los motores conlleva además a que, en parte, las bombas se desconecten durante el funcionamiento del vehículo, lo que fomenta la formación de lodo y sedimentos en el sistema de refrigeración.
Las impurezas, el desgaste y la suciedad presentes en el sistema del líquido refrigerante disparan el desgaste de la bomba del agua. Además las partículas afectan al cortaaceite. Sin embargo, la sustitución de la bomba del agua no ataja la causa del problema. Es sólo cuestión de tiempo hasta que la suciedad del líquido refrigerante vuelva a afectar a la nueva bomba de agua.
“Es como si uno se cambiara de ropa para comer y, sin embargo, no se lavara las manos. Por eso es tan importante que se limpie el sistema de refrigeración, después de trabajar en el radiador”, recomienda David Kaiser. Esto es muy fácil y económico con el Limpiador para radiador de LIQUI MOLY. Simplemente se añade al líquido refrigerante, se enciende la calefacción y se deja el motor en marcha. Las sustancias activas disuelven así sedimentos, lodo y suciedad. Pasados entre 10 y 30 minutos se evacúan con el líquido refrigerante anterior y el sistema se enjuaga con agua. Ahora ya está limpio y preparado para alcanzar toda su potencia. Además, la vida útil de la bomba del agua se prolongará y se evitarán los problemas con el sistema de refrigeración.
“Por esta misma razón se debería limpiar también el sistema de refrigeración, cuando se sustituye el radiador”, según David Kaiser. Por lo general, cuando el radiador está tan oxidado que hay que cambiarlo, suele ocurrir en vehículos de cierta edad. Los daños se multiplican, cuando los propietarios utilizan agua del grifo, en lugar de agua destilada, para cargar el radiador, y además sin anticongelante. La consecuencia: más corrosión, más impurezas aún en el líquido refrigerante.
“Si sólo se sustituye el radiador, los sedimentos y el lodo permanecerán en el sistema y causarán de nuevo problemas en el futuro”, dijo David Kaiser. En este caso también se tiene que acabar con toda la suciedad hay en el sistema con Limpiador para radiador de LIQUI MOLY. Es una medida sencilla, con éxito prolongado. David Kaiser: “Todos los trabajos realizados profesionalmente en un sistema de refrigeración deben incluir su limpieza.”